martes, 26 de agosto de 2014

“Orad sin cesar”

(1 Tesalonicenses 5:17).
1Ts 5:17  Oren en todo momento.
“La mayor preocupación del diablo es impedir que los cristianos oren. Él no teme el estudio sin oración, ni la obra sin oración y ni la religión sin oración. Él se ríe de nuestro trabajo, de nuestra sabiduría, pero, tiembla cuando oramos.” 
“Preferiría enseñar a un hombre a orar que diez hombres a predicar.” (Charles Spurgeon)
“El hombre que consigue movilizar a un cristiano a ir a iglesia para orar hará la mayor contribución para la historia de la evangelización del mundo.” (Andrew Murray)
Éste es el grande secreto de una vida espiritual abundante y victoriosa — la oración. No somos Fuertes porque no oramos, no somos perseverantes porque no oramos, no realizamos nuestros sueños porque no oramos, nos sentimos solitarios porque no oramos, nuestra vida está colmada de frustraciones y chascos porque no oramos. El Señor nos prometió grandes cosas y todas ellas continúan a nuestra disposición, pero, ¿por qué no las recibimos? Porque no oramos como debíamos.
¿Cuántas veces ya oímos a alguien decir: “La oración mueve la mano de Dios”? ¿Cuántas veces ya leemos el versículo:
“Todo cuanto pedís, en oración, creyendo, recibiréis”?

¿Cuántas veces reflexionamos en la palabra: “Pedíd y os será dado”? Y, si sabemos de todo eso, ¿por qué continuamos vacíos y sin dirección? ¿Por qué no abandonamos, aún, la indiferencia y la incredulidad? ¿Por qué no partimos, con osadía y coraje, en dirección a los obstáculos en frente con la misma determinación de David: “Yo venceré, en la fuerza del Señor”?
Si queremos tener una vida mejor, más bendita y más victoriosa, necesitamos gastar más tiempo delante del Señor, a buscar Su dirección, Su gracia y Su unción. Si oramos mucho, tendremos mucho poder y, si oramos poco o nada, continuaremos apagados y sin vigor espiritual ¿Ha usted orado para conocer la voluntad de Dios en todo lo qué hace?
Dice la palabra de Dios:
“Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces” Jeremías 33:3
Esa en nuestra promesa adolescente, hay que orar para que todo salga bien, ya sea en tu escuela, en las nuevas cosas que emprenderás, en tu familia, en ti mismo,… ¿Cuántas veces oras al día?  Como dijimos la clase anterior, algunos dijeron que una vez y si se acordaban, o cuando comían mas no cuando cenaban o desayunaban, ah pero esta está mejor cuando no nos levantamos tarde y nos sobra tiempo para orar lo hacemos…
Ya vimos que debemos orar todo el tiempo,  ¡!hay que hacerlo!! No pierdan esta oportunidad que Dios nos da al hacer de la oración nuestra propia línea de celular  ¡y sin conto! Ni el tal roaming, qué más podemos pedir… J

Mis queridos adolescentes perseveremos en la oración que es la comunicación con nuestro Dios, como pues queremos obtener algo sin hablar, y tampoco es la oración solo para pedir sino para agradecer a Dios, que es lo más importante.







No hay comentarios.:

Publicar un comentario