viernes, 22 de agosto de 2014

Un libro único

No hay ninguna duda al respecto: la Biblia es un libro único. En realidad es una colección de libros, sesenta y seis en total. Un autor al comentar sobre la particularidad de la Biblia, la describió de esta manera:

“Aquí tenemos un libro que fue:
1. escrito durante 1.500 años.
2. escrito a través de 40 generaciones.
3. escrito por más de 40 autores de todo trasfondo social, incluyendo
reyes, campesinos, filósofos, pescadores, poetas, hombres de
estado, eruditos, etc.:
Moisés, un líder político, educado en las universidades de Egipto.
Pedro, un pescador.
Amós, un pastor de ovejas.
Josué, un general militar.
Nehemías, un copero.
Daniel, un primer ministro.
Lucas, un médico.
Salomón, un rey.
Mateo, un cobrador de impuestos.
Pablo, un rabino.
4. escrito en diferentes lugares:
Moisés en el desierto.
Jeremías en un calabozo.
Daniel en un monte y en un palacio.
Pablo dentro de una prisión.
Lucas mientras viajaba.
Juan en la isla de Patmos.
Otros en los rigores de una campaña militar.
5. escrito en diferentes tiempos:
David en tiempo de guerra.
Salomón en tiempo de paz.
6. escrito con diferentes estados de ánimo:
Algunos escribieron desde las alturas del gozo y otros desde las
profundidades del dolor y la desesperación.
7. escrito en tres continentes:
Asia, África y Europa.
8. escrito en tres idiomas:
Hebreo, arameo y griego.
9. Finalmente, sus temas incluyen cientos de tópicos controvertidos.
Aún así, los escritores bíblicos hablaron con armonía y continuidad
desde Génesis hasta Apocalipsis. Es una historia que se va
revelando … ” 

Frecuentemente llamada “las Escrituras”, la Biblia declara que, Toda la escritura es inspirada por Dios … 2 Timoteo 3:16 El concepto de Dios “inspirando las Escrituras” es de tal importancia que requeriría un estudio por separado. Cuando alguien exhala su aliento, ese aliento viene desde muy adentro y forma parte de la misma persona. De esa misma manera debe ser vista toda la Escritura, como el producto de Dios mismo. Dios y su palabra son inseparables, siendo ésta una de las para llamarla “la Palabra de Dios.”

Vamos a expresar de forma sencilla la realidad de la inspiración: Dios les dijo a determinados hombres lo que quería que escribieran y ellos lo escribieron. La mayoría de estos hombres fueron llamados profetas.

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas … Hebreos 1:1

Hoy pensamos que los profetas eran aquellas personas encargada de predecir el futuro; sin embargo en los tiempos bíblicos un profeta era un mensajero que comunicaba las palabras de Dios al pueblo. A veces el mensaje tenía que ver con eventos futuros, pero en la mayoría de los casos se refería
a la vida diaria. Dios guió a los profetas de tal manera que escribieran exactamente lo que Él quería. Al mismo tiempo Dios permitió al escritor humano que registrara Su Palabra, la Palabra de Dios, en el estilo propio del profeta, pero sin error. Estos hombres no tenían libertad de añadir sus propios pensamientos personales al mensaje. Por ser la Palabra de Dios tampoco se trataba de algo que ellos mismos hubiesen inventado.

Los profetas escribieron las palabras de Dios en rollos, generalmente hechos de piel de animal o de papiros de fibra vegetal. Los documentos originales se llamaban autógrafos. Debido a que los autógrafos originales eran frágiles y duraban poco, se hicieron copias de los rollos. ¡Qué copias! ¡Y todas escritas a mano! El convencimiento por parte de los propios escritores de estar copiando la Palabra de Dios produjo uno de los trabajos de copiado más notable que jamás se haya hecho. Cuando escribían el texto hebreo: 

Usaban toda medida de seguridad imaginable, sin importar lo incómodo o laborioso que fuera, con el fin de asegurar una transmisión exacta del texto. El número de letras de un libro era contado y se señalaba la letra que marcaba la mitad. Lo mismo se hacía con las palabras y nuevamente se anotaba la palabra que quedaba justo a la mitad.

 Esto se hacía con ambos textos, la copia y el original, para asegurarse que fueran exactamente iguales.
Los escribas fueron tan exactos en su transcripción que, cuando los rollos del Mar Muerto (escritos en el año 100 a. J.C.) fueron hallados y comparados con los manuscritos frutos de sucesivos copiados y recopiados durante un período de hasta 1.000 años más tarde (900 d. J.C.), no se encontraron diferencias
significativas en el texto.

Josefo, un historiador judío del primer siglo después de Cristo, hizo el siguiente comentario a su gente:

… La certeza que hemos dado a estos libros de nuestra propia nación es evidente en el hecho de que durante tantas épocas que han pasado, nadie ha tenido el atrevimiento de hacer algún cambio, ni de añadir algo ni de quitar nada de ellos; se convierte en algo natural para todo judío … estimar esos libros … divinos.  Aquellos hombres estaban absolutamente convencidos que alterar el texto traería la desaprobación de Dios. Tenemos suficientes razones para estar seguros que, lo que tenemos hoy, es esencialmente lo mismo que escribieron los profetas.

Verdaderamente, afirmamos que la Biblia es un libro único bajo cualquier criterio. Sin duda la Biblia es,

… el libro más citado, el más publicado, el más traducido y el de
mayor influencia en la historia de la humanidad.

-el forastero 
















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